DÍA 4: Poesía a la igualdad

POSEÍA A LA IGUALDAD:

En la tierra de los sueños, donde la igualdad florece,

donde la luz del día abraza a la noche, donde los corazones laten al unísono, se alza un canto de justicia, un eco de amor.

En este mundo de colores diversos, donde cada alma brilla con su propia luz, donde la diversidad es nuestro mayor tesoro, nos encontramos todos, sin distinción alguna.

No importa el género, ni el color, ni la creencia, somos hijos e hijas de la misma madre tierra, tejidos en el mismo tapiz de la vida, entrelazados en un destino compartido.

Que la voz de la mujer sea escuchada, libre de cadenas, de prejuicios, de opresión, que su fuerza sea reconocida y celebrada, en cada rincón del mundo, en cada corazón.

Que el hombre camine junto a su hermana, con respeto, con ternura, con igualdad, que juntos construyamos un mañana más justo, donde nadie sea juzgado por su identidad.

En las calles bulliciosas de la ciudad, en los campos verdes donde el sol brilla, en las aulas donde se forja el saber, la igualdad es la brújula que nos guía.

No más muros que nos separen, sino puentes que nos unan en la diversidad, porque en la diferencia encontramos nuestra fuerza, en la inclusión hallamos nuestra verdadera libertad.

Que el amor no conozca fronteras ni barreras, que fluya como un río caudaloso y eterno, nutriendo los campos de la comprensión, empapando los corazones de empatía y perdón.

Levantemos nuestras voces en un coro unido, demandando justicia, igualdad y respeto, porque en la unidad encontramos la fuerza, para derribar los muros del odio y el desprecio.

Que cada niño y niña crezca en un mundo justo, donde sus sueños no tengan límites ni condición, donde puedan ser libres de ser quienes son, sin miedo, sin juicios, con plena aceptación.

En esta poesía de igualdad y no discriminación, se encuentran las voces de todos los pueblos, porque en la diversidad reside nuestra riqueza, y en la inclusión encontramos la verdadera grandeza.